• Primer conjunto palabras.
  • Segunda conjunto palabras.
  • Tercer conjunto palabras

EL METROPOLITANO: EL GRAN PROYECTO ILEGAL DE LIMA

Manuel Pulgar Vidal opina sobre falta de estudio de impacto ambiental para el Metropolitano from IPYSTV on Vimeo.

Editorial



“La única y verdadera mundialización que estaría al servicio del género humano es la comprensión de la solidaridad intelectual y moral de la humanidad.”
Edgar Morin

Hace unos meses llegó al Perú uno de los grandes pensadores de la actualidad. Edgar Morín ofreció unas conferencias inaugurando así el nuevo Instituto del Pensamiento Complejo (IPCEM). En aquellas pláticas Morín hizo un llamado a la reforma del pensamiento, a “cambiar de chip” en la manera de entender el mundo, dejar una visión fragmentada y un pensamiento que aísla o separa. Saber que cada pequeña cosa es ella misma gracias a sus propias características pero también gracias a todo lo que la rodea e interactúa directa o indirectamente es fundamental.

Una inteligencia ciega, de argumentos disyuntivos, nos convierte en seres irresponsables e inconscientes ante la clara necesidad actual de saber identificar con precisión los problemas del planeta.

En ese sentido creemos ineludible re-ligar los conocimientos y dejar de aislarlos del contexto social, geográfico y ambiental; con ello aceptar el desafío de pensar en nosotros colectiva e individualmente en el tiempo, y así llegar a un desarrollo humano sostenible.


Esto, en nuestra realidad, es entender que si no incluimos en el bienestar a todos, nosotros mismos no podremos desarrollarnos a cabalidad. Es por esto y por la coyuntura actual que el presente número está dedicado al tema de la Memoria. Tratamos de entender porqué la memoria se vuelve fundamental y un objeto cultural ligado a nuestro pasado al mismo tiempo a nuestro presente. Específicamente en nuestro contexto e historia próxima, damos pinceladas del porqué de una memoria colectiva materializada en arquitectura, cómo lograr esto y donde emplazar un objeto arquitectónico tan importante para todos en una ciudad tan distinta como Lima.

Por otro lado recordamos sucesos tan opacos como los ocurridos en el Canal 2 y en Tarata, tratando de entender la arquitectura resultante de aquellos hechos y las razones que incentivaron tales acontecimientos. Asimismo analizamos otro museo de la memoria construido colectivamente en Ayacucho, allí no se hizo necesario la conformación de un comité multidisciplinario, sino que bastó la unión de un grupo de familiares con el recuerdo latente de lo sucedido.

Para crecer individualmente es necesario crecer colectivamente. Solo ayudándonos los unos a los otros resultará fácil y justo el desarrollo personal.

La memoria es una virtud que se debe cultivar en el tiempo, y al mismo tiempo deviene en acto reflejo deformado de la realidad, transformado y alterado por nuestra mente en lapsos de olvido naturales; la presente edición pretende, en el lector, iniciar una reflexión de la realidad desde un enfoque complejo y con ello repensar en la arquitectura como un servicio a la sociedad, la arquitectura al servicio de la memoria.

El tiempo de la ilusión: entrevista a Elias Torres II


¿Hay alguna persona que ud. admire?
Mi familia. Mi abuelo. Mi padre. Me daba la sensación de que las cosas no tenían que explicarse. Uno veía a la gente actuar y sabía con claridad de lo que se trataba. Te enseñaban el respeto al trabajo, a los demás.
Admiro en general la gente que te aguanta. Que es leal. Contar con alguien que te diga que te has equivocado y con la libertad que tú puedas también decir lo mismo.
Hay una cierta hipocresía entre profesionales?
Hay que tener una cierta confianza. En el sentido de la confianza que pasa por la gente que es capaz de dudar más. Cuánto más dudas más sabes que puedes contar con la gente que también duda, con la gente que te puede ayudar y compartir el camino de la duda, y es que sin la duda no se puede avanzar.

¿Cómo siente Ud. que su trabajo contribuye al mundo?
Es una profesión difícil de evitar que esto pase. Algo influye en el comportamiento. Si es en beneficio de los demás se nota. Si es un bluf, innecesario, probablemente también se nota.
Es difícil hacer casas en las que no termines amigo de las familias. Hacer una casa es muy complicado. Requiere muchas relaciones personales. Casi una terapia. Pero es muy agradable que uno pueda llegar hasta el final. Es la construcción de un mundo personal para alguien.
Gente que tiene ideas preconcebidas. Tú les vas a ofrecer algo que no sabes lo que es ni ellos tampoco lo saben. La sorpresa es común y es mejor. Habrán salido de una aventura con respuestas que ellos tampoco esperaban.
Lo que hagas se ve. Bueno o malo. Es el riesgo. Mal va quien no haya aprendido de la crítica para saber las cosas que hace bien o mal.
En las escuelas de arquitectura se puede aprender el oficio, no se aprende a ser artista, a tener habilidades. Las escuelas de arquitectura tienen que enseñar a desarrollar estas cualidades. No se puede enseñar a ser un artista a nadie. Ni hace falta.

¿Cree en la arquitectura como un bien social?
La arquitectura no deja de ser un servicio. Siempre que no construya lo contrario.

La madurez del arquitecto llega a los 50 años, a esta edad producen sus mejores obras…

Yo todavía no sé que hacer y ya pasé los 65. Intervienen tantos factores. No es hacer una reja de alambre. No es tejer una bufanda, en la arquitectura interviene el dinero, el territorio, la historia, la sabiduría, la política, las ordenanza, las referencias, la tecnología, la construcción. Todas a la vez, no existen las reglas exactas par poder hacer arquitectura. Depende de las circunstancias en que esta se produzca, pero hay momentos en que necesitas moverte con mayor libertad. Que no quiere decir que cuanto mayor libertad más aciertas, es por el contrario, cuánto más restricciones tú aciertas más. La realidad es mucho más estricta, más dura. Primero porque somos gente con un perfil definido, tenemos en nuestras manos una gran responsabilidad. Aunque cada vez es menor la responsabilidad personal.

Estamos en una etapa de reconstrucción social en el Perú, después de 20 años de violencia…

En España estamos pasando por un periodo de reflexión de la guerra civil ocurrida del 36 al 39. Las cicatrices siguen en proceso. Vivimos 40 años de la dictadura de Franco. La memoria no puede perderse. Una cosa es la revancha otra la memoria. Es más importante la realidad evidente de una situación social de desequilibrio económico y pobreza.
La gran lucha de la juventud es intervenir para resolver el gran problema social.

El Perú es muy diverso, hay múltiples culturas e identidades, entonces,
¿Qué rol le compete al arquitecto en la recuperación después de un trauma tan severo y cuál es la relación entre la realidad de la obra del presente con la memoria?

No se puede olvidar lo que uno ve. Tiene que actuar en consecuencia y en conciencia sobre esto. Uno puede hacer un edificio para un banco, sin dejar de estar consciente de su realidad. Si no terminaría no siendo nada. Uno puede dedicarse a Arquitectos sin fronteras. Cualquier labor es respetable, también es respetable trabajar con la conciencia de lo que sucede sabiendo lo que significa lo escaso y lo que significa la abundancia. Y saber tomar el partido, cuando hablaba de actitud, a esto me refiero como importante, saber de dónde es, si uno no sabe dónde está, a qué pertenece y qué quiere defender difícilmente sabrá trabajar. Perder la conciencia social y de quién tiene menos, te deja sin horizonte. Sois unos privilegiados y tendrían que aprovecharlo.

¿Cómo plasmar esta memoria, algo tan abstracto volverlo concreto como arquitectura (Museo)?
La arquitectura es la consumación de tantos argumentos en una cosa muy concreta efectivamente, están hechas de memoria, conocimiento, actitud crítica, actitud moral, de una relación social, del respeto.
La arquitectura no es más que una consecuencia de muchos elementos que se plasman en forma trasparente para representarlo.

¿Cuáles son sus impresiones sobre la enseñanza de arquitectura en la PUCP luego de ver las tesis? y ¿cómo cree que debe enfocársela?
No pienso que sea muy distinta su facultad de las escuelas de arquitectura de otros países.
Lo mejor es estar atentos a lo que ocurre en el mundo de la arquitectura que se proyecta y construye.
Entender el país en el que uno vive y trabaja, su sociedad, su economía y su cultura para poder transformarlo y mejorarlo.

El tiempo de la ilusión: entrevista a Elias Torres

El prestigioso arquitecto español cuya obra regocija a Barcelona estuvo en Perú en mayo para ser jurado de las sustentaciones de tesis de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la PUCP. Elías Torres conversó con el equipo de La Creatura.

¿Porqué estudió arquitectura?
Hace 41 años que terminé la carrera. Si uno no sabía dibujar ni se acercaba a estudiar arquitectura.
De pequeño aprendí a dibujar con mi padre que era carpintero de primera y hacía barcos con mi abuelo.
Me animó mucho el dibujo. Sabía explicarme con un dibujo. Es básico para estudiar arquitectura y no sé por qué ya no se exige. Yo lo reclamo ahora para quien quiera estudiar arquitectura. La gente aprende a dibujar el mismo año que tiene que hacer un proyecto. Es como aprender caligrafía y tener que redactar una novela.
De la otra manera te encuentras con el instrumento básico para explicarte. La fotografía es un elemento fijo, no puedes descubrir relaciones. El dibujo permite representar lo que uno ve. Lo que uno imagina. Dibujar es básico para esta carrera.

¿Qué extraña de ser estudiante?
La iresponsabilidad y por lo tanto la diversión. Te puedes equivocar sin ningún problema. Sin tener que enfrentar juicios. En la escuela uno experimenta equivocándose. Del fracaso uno aprende.

En el Perú no hay juicios por errores ni en diseño ni e infraestructura.
Por supuesto que sí, en cualquier sitio. Si hay un problema de goteras en un edificio, se le interviene al promotor, al constructor y al arquitecto. Requiere que seas lo más responsable posible, para eso pagas seguros destinados por si hay fallos.

¿Qué recuerda de sus primeros proyectos?
La sensación de que el tabajo no iba acabarse nunca. Vengo de una generación donde no había concursos, los trabajos se daban por invitación a gente mayor. La gente te llamaba por teléfono te encargaba un trabajo.
Ahora no, ¡tienes que examinarte cada mes! Demostrar si vales o no vales, después de tantos años. Eso a un médico no le pasa. Para extraer un riñón no puedes hacer un concurso entre médicos.
Es un tiempo de ilusión. Sobre todo es saber desde el primer día lo que no quiere hacer. Vas tratandode encontrar tu camino. Vas rechazando, renunciando, buscando. Los demás saben qué camino has escogido.
Sé lo que no quiero. Lo que uno quiere lo encuentra, si se esfuerza en buscarlo.

Como docente, ¿qué es lo más importante para una buena pedagogía?
Que un alumno descubra que lo que le puedes exigir también te lo exiges a tí mismo.
Una cosa es el oficio y otra la actitud. La actitud es lo que más puede enseñar, la actitud de alguien que está frente a un alumno se convierte en un modelo a seguir, o a rechazar, en un modelo a ignorar.
Respecto al enfoque pedagógico, un docente argentino decía que es diferente enseñar a dar información. Una cosa es dar un conocimiento y que el estudiante encuentre su manera propia.
Se aprende por mimetismo, por eso están los proyectos de otros señores que han trabajado antes. Se aprende de los errores. Es una pequeña batalla. Una batalla de renuncias, de fracasos.

Continuará...
 
La Creatura © 2010 | Plantilla Latte | Volver arriba