Extraido de: http://letras-uruguay.espaciolatino.com/jerozolimski/rawabi_una_nueva_ciudad_palestina.htm
Por Ana Jerozolimski- Ramallah 10 de setiembre de 2009
Bashar el-Masri lo recuerda bien. Tiene presente el momento en que vio la tierra, entre las colinas al norte de Ramallah en Cisjordania, el aire fresco y la tranquilidad...y empezó a soñar. “Aquí habrá algún día una nueva ciudad, la primera ciudad palestina de la era moderna, construida por palestinos, para palestinos”.
Aún no existe, pero ya tiene nombre: Rawabi (que significa colinas), y que será hogar , en 6 mil unidades de vivienda (mil de ellas de lujo) para 40 mil palestinos, en su mayoría, así se estima, parejas jóvenes, universitarias, de ingresos medianos .
Al recibirnos en su amplia oficina moderna en “Bayti”, la empresa que ya está planificando la ciudad y que piensa empezar pronto a construirla, habla con suavidad pero con mucha firmeza. Es que no tiene dudas: Rawabi ya no es sólo un sueño, sino un plan concreto que dentro de poco comenzará a tomar forma.
Para este exitoso empresario palestino de 48 años, nacido en Nablus, que estudió en Estados Unidos y trabajó como un motor en continua marcha, desde jovencito, tanto en Occidente como en Egipto. Jordania. Marruecos y Arabia Saudita, lo clave es hacer buenos negocios en su hogar, Palestina.
“Esto no es filantropía, aunque quienes compren casa en Rawabi, tendrán muy buenas condiciones, sumamente accesibles. Pero nosotros ganamos, eso es un hecho. Lo bueno es que lo podemos hacer como un negocio que da ganancias, mientras creamos puestos de trabajo, aportamos a Palestina y vamos construyendo lo que vemos como el símbolo del futuro Estado que tendremos”, explica Bashar.
Y entra en detalles: “Claro está que Rawabi no será el estado palestino. Pero será sí una señal del estado que queremos y merecemos : libre, moderno, secular, con buen nivel de vida, donde se disfrute la vida y se pueda avanzar”.
No sólo eso. Tiene certeza de que luego habrá Rawabi II y Rawabi III. El Sub Director Ejecutivo de “Bayti”, Amir Dajani, nos dice luego que los otros dos eslabones en la cadena edilicia, serán probablemente erigidos en la zona de Hebron y en el triángulo Tulkarem- Jenin-Nablus.
Los trabajos aún no han comenzado, ya que si bien toda la tierra está bajo jurisdicción palestina, una pequeña franja de 3 kms de ancho que pasa por territorio que según los acuerdos de Oslo está del lado israelí, es necesaria para la construcción de una carretera clave que sirve de acceso a la zona aledaña a Ramallah, la gran ciudad que será vecina de Rawabi. “Los israelíes nos han dado a entender claramente que no habrá problema y nosotros esperamos que así sea, porque puede haber una buena cooperación, y está claro que no sólo que las materias primas que necesitamos pasan por puertos de Israel, sino que también usaremos tecnologías suyas, que son muy avanzadas”- explica Bashar. “Los israelíes con los que nos hemos encontrado, nos desean suerte y consideran que será mejor también para ellos que a nosotros nos vaya bien” .
Aquí se combinan muchas esperanzas.
Está el simbolismo relacionado al nuevo futuro, a la construcción de un futuro propio, con manos palestinas, sin basarse únicamente en la ayuda internacional. “No quiero lástima de la comunidad internacional, porque ser víctimas no nos ha ayudado a llegar a ningún lado”, sostiene Bashar el-Masri.
Está también el efecto económico que todo esto tendrá .
Amir Dajani lo explica con números concretos: Rawabi creará entre 8 y 10 mil puestos de trabajo en construcción, además de entre 3 y 5 mil puestos en la ciudad misma, en sus distintos servicios, como ser restaurantes, hoteles, start-ups, bancos, catering y otro tipo de negocios. “Esto generará un efecto multiplicador en las 9 localidades palestinas alrededor de Rawabi, en términos de acceso a tratamiento médico, educación y otros servicios”- explica .
Y no menos importante, aunque no se mida en números, es el orgullo nacional, la certeza de que los palestinos pueden mostrar de qué son capaces, sostiene Dajani.
“Es un símbolo del comienzo de la marcha hacia un estado independiente, de la mejora del nivel de vida para jóvenes palestinos. Aspiramos a ayudar a la joven generación para servir de ejemplo en una nueva vida moderna de la sociedad palestina”.
De fondo, inevitablemente, está la pregunta acerca de cuán inestable puede volverse a tornar la situación de bastante calma que hoy reina en Cisjordania.
Amir Dajani sostiene que “el sector privado está seguro de que el cambio está en camino” y confía en una buena relación con Israel, apenas “se aclare la situación política”. “Creemos que Estados unidos traerá un cambio verdadero en el terreno y que el liderazgo israelí es serio y está decidido a ver en los palestinos un socio a largo plazo. Esto es lo que nos motiva a continuar con el proyecto en las circunstancias actuales”, resume.
Su jefe, Bashar el-Masri, es un tanto más cauteloso, al afirmar que no ve las cosas con optimismo ni con pesimismo y que prefiere, basándose en experiencias pasadas y en crisis que arruinaron lo que en otros años parecía una paz inminente, “ser realista”.
No tiene dudas de que la única forma de avanzar es la vía pacífica, con lo cual larga un mensaje tanto a Israel como a sus propios compatriotas palestinos. “Sin radicalismos y sin extremismos, sólo así construiremos el estado palestino”, agrega Amir Dajani.
Y es eso, un estado en paz, disfrutándolo eventualmente en Rawabi, lo que desean también los jóvenes que planean mudarse a esa ciudad. Entre ellos están Ikhlas Hassoune y Saher Abdel Hadi, una pareja joven con un pequeño hijito , que sueña con su nuevo futuro.
“¿Qué puede uno ansiar?”, pregunta Saher retóricamente. “Una buena familia, hijos sanos, un buen trabajo, un carro y departamento propio”, nos dice al recibirnos en su casa actual, alquilada, en Ramallah. “Eso es lo que queremos. Vivir en paz”.
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